Puesto que tenemos que quedarnos en casa y disponemos
de más tiempo del habitual en nuestro día a día, es buen momento para trabajar,
más a fondo, con vuestros hijos la autonomía personal.
El desarrollo de la autonomía personal es un objetivo
prioritario en la educación de un niño. Un niño autónomo es aquel que es capaz
de realizar por sí mismo aquellas tareas y actividades propias de los niños de
su edad y de su entorno socio cultural. Normalmente cuando progresan en este
aspecto, también lo hacen en su aprendizaje y en la relación con los demás.
¿Qué hábitos enseñar?
Como norma general todo aquello que el niño pueda
hacer solo, siempre que no entrañe peligro, debe hacerlo él mismo.
Como guía, pueden servir los siguientes hábitos en distintas
áreas:
- HIGIENE: Todo lo referido a la higiene y autocuidado personal: por ejemplo: control de esfínteres, LAVARSE LAS MANOS, cepillado de dientes, la ducha, lavarse la cabeza, peinarse, usar los productos de higiene, sonarse la nariz...
- VESTIDO: Todo lo que se refiere al uso de las prendas y su cuidado: ponerse distintas prendas (pantalones, calcetines, abrigos, zapatos…), subir y bajar cremalleras, abrocharse los botones, guardar y doblar la ropa en el lugar adecuado.
- COMIDA: Ayudar a poner y recoger la mesa. Comer solo, uso de los cubiertos, respetar unas normas básicas de educación en la mesa (no meterse mucha cantidad en la boca, masticar bien la comida…), prepararse comidas sencillas.
- VIDA EN EL HOGAR: Son hábitos referentes a la relación con la familia y la
conducta en el hogar: escuchar, pedir por favor y dar las gracias (de
forma oral o con gestos); respetar turnos en juegos, pedir prestado,
evitar peligros (enchufes, productos tóxicos), ordenar sus cosas y recoger
los juguetes, usar correctamente la Tablet o el móvil…
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